El día 4 no es publicable.
Yo tampoco sé que decir
cuando me pongo a pensar
que no puedo ir a patearme lo que fuera
para ir a buscarte.
Para mi eres única,
todos me decían que todo eso estaba mal
pero fumados,
y todas me contaban lo bella que era la vida
hasta el culo de setas.
Haría lo que fuese para no levantarme
en algunos de mis sueños en los que te veo,
que fuesen eternos,
o que se parara el tiempo en una playa
al medio del atardecer,
que ojalá nos fugásemos a esa playa,
y el tiempo al final se dé cuenta
que no hizo buena combinación con distancia,
que destino y vida están bien ahí
sin que se separen,
que yo no me vaya lejos de ti,
ni tú de mi;
y si tú te vas voy contigo.
Pero se queda en eso,
en una ilusión y un sueño,
pero lo que se hará realidad será mi retorno.
Para ese entonces nos deberemos tanto,
las copas,
las largas noches,
las cenas,
los abrazos,
las tardes en donde sea haciendo el mongolo,
los quintos en los que a mí se me vaya la mano
y tú me detengas y digas que ya está bien,
estar hasta las tantas tirados en una cama
jugando con el tiempo
o directamente dormir;
el caso estar contigo todo lo que se pueda.
Pero ahora lo que más necesito es tu presencia.
Y sé que algún día
esas lagrimas que noté,
no fueron en vano.
Envidio al que te pueda ver,
no sabe la suerte que tiene.
Y de verdad que para mí eres única,
hiciste ver que era más rentable
una tarde que estuvieses en mis brazos,
que yo en un parque
metiéndome aquellos porrazos.
A miles les dije que no desparecería de su vida,
pero a ti te digo miles de veces que no lo haré de la tuya.
Eres lo que hace que me quede con la mirada perdida,
la única que me dice que soy tierno
y dulce,
y que no me dices capullo después de cada vez que hablamos,
la que le da sentido a ésta mierda.
Te echo de menos, y te quiero (cerca de mí). S